sábado, 23 de agosto de 2014

Negociación

La negociación conlleva siempre implícito un regateo.
Cuando ninguna de las dos partes quieren perder y los dos quieren salir ganando, tenemos que empezar a regatear, unos tienen que perder algo para conseguir lo que realmente importa, y es que lo que a unos parece justo a otros no les parece tanto.  La flexibilidad y el escuchar con atención lo que el otro realmente quiere y necesita, nos da una idea de lo que podemos ofrecer y tantear cuales son los limites, en los que ninguno de los dos pierda aquello que en realidad es lo importante y lo que nos hace seguir funcionando, aquí no hay ganadores ni vencidos, aquí solo quedan necesidades satisfechas.

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