Es inútil intentar ayudar a quien no quiere ser ayudado. Es obligación de hacer entender a aquel que necesita ayuda que debe pedirla. Pero nunca podemos obligar a nadie a que pida ayuda. Cuando una persona pide ayuda, la puede pedir por si mismo, o por otros. En todo caso quien necesita ayuda y no la solicita, suele ser una persona con problemas mentales, la enfermedad no le deja ver su situación, o simplemente unos principios que no se ajustan a ninguna lógica lo mantienen trastornado. Pero si alguien no quiere ayuda, aunque sepa que la necesita es libre de decidir su destino, y su lucha como quiera vivirla. A veces, la solución la tenemos nosotros mismos, y hay personas que la encuentran. Las decisiones han de ser tomadas siempre por el interesado, y no intervenir de una manera paternalista, al final la culpa siempre le cae al que hace de padre.
Imágenes vía web.
viernes, 10 de febrero de 2012
Preocupación
La preocupación, es un estado que puede estorbar a la hora de actuar, pero demuestra el compromiso por parte de la persona que la sufre. La preocupación como todo en al vida a de estar en su justa medida, contemplada por toda persona. Una preocupación desmesurada solo puede traernos problemas, como encontrarse despreocupado. Es la intervención y la interrelación entre las personas las que dan la justa medida, para dar un valor adecuado a la preocupación. El individuo solo nunca es objetivo, y si no esta formado aún corre más peligro de equivocarse. Preocupación es un signo de salud mental, cuando uno deja de preocuparse la persona corre los mayores riesgos, y se produce el desequilibrio emocional de la persona.
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