lunes, 9 de agosto de 2021

La indefensión aprendida

Cuando las personas se dan por vencidas mueren todos los sueños y queda solo complacencia y resignación.
Y cuántas personas son felices en esa complacencia y resignación, y cuántas no lo son.

Si nos ponemos a investigar en serio, encontraríamos muchas más personas contentas con no aspirar a cosas que son inalcanzables, que aquellas que creen perder el tiempo en no encontrar sus sueños.

Y es que hasta soñar es una opción, jamás una obligación, y que tener inquietudes y aprovecharlas, es cosa de la persona, la cual decide en su momento aquello que quiere.


El que se queja, se angustia, y pone límites, no es culpa de lo que le rodea, sino de la misma persona que vive constantemente desesperada, porque jamás hizo lo que realmente quería.

(Habló sobre lo que alguien hablo, pero quizás se ha olvidado).