lunes, 27 de febrero de 2012

Solo salvamos aquello que amamos

Es triste, pero es la pura realidad, solo aquello que amamos lo conservamos y lo salvamos, ya sea inútil, ya le hagamos daño con ello, sin que tenga ningún sentido. Porque en realidad lo que amamos no es la persona o el objeto en cuestión, sino por querernos a nosotros mismos y no querer sufrir si es necesario por aquello que merece una decisión donde no influyan nuestros sentimientos, sino la mejor decisión, que beneficie tanto a uno mismo como a los demás. No es fácil, pero se puede realizar, solo hay que pensar un poco en el otro y no solo en uno mismo. Problema todos somos egoístas, y nuestra ceguera es infinita. Educar en el no egoísmo es fundamental para poder convivir.