sábado, 9 de noviembre de 2013

Lo que no funciona no funciona.

Quien intenta que lo que no funciona siga funcionando, termina en la ruina.
Es una de las causas de la gran crisis de la humanidad, en la que vive hoy la humanidad, son muchos los que acomodados en sus riquezas, esperan que todo funcione como siempre, que todo valga para siempre, y que jamás tengan que preocuparse, por ningún cambio, pues no consentirán que suceda, para quedar aparcados en la comodidad, que todo seguirá igual.

Pero las cosas dejan de funcionar un día, tarde o temprano, y hay que adelantarse a que eso suceda, pues hay que estar preparado para el cambio.

Por eso lo que no funciona no funciona, y si intentas mantenerlo a la fuerza te arruinas y a todo cuanto te rodea.

Cuando algo no funciona, hay que detectarlo, buscar la solución y si no se encuentra, no persistir en lo mismo. La acción a de quedar paralizada, y es mejor hundirse del todo, y empezar de nuevo. No pasa nada, por reconocer que hemos perdido, y seguir adelante con nuestras vidas, o con la vida que ahora nos toca vivir, la vida siempre es apasionante, con dinero y sin el, siempre que dispongamos de nuestro tiempo, conseguiremos disfrutar y sacar de vida nuestro mejor partido de la misma. 

Que nada nos pare, ni el miedo, ni la comodidad, ni el amor ilógico a una forma de vida que quizás no sea la más adecuada en ese momento, y cambiar buscando nuevos retos, no es nada más seguir aprendiendo a vivir, que lo único que nos puede generar es más vida. El movimiento en vida, la parálisis siempre es muerte.


Lo que se entropea siempre hay que cambiarlo para que vuelva a funcionar.