El yo con todo su universo, historia, aprendizaje, conocimientos: adquiridos y creados por la persona.
El Grupo con sus afinidades, percepciones, y creencias sumado a su formación como ser que ha pertenecido a distintos grupos.
Emociones descubiertas y por descubrir, por controlar y ignorar.
De las que disfrutar y también aquellas que nos ayudan a madurar.
Personas diferentes e iguales entre todas.
Y un universo social que se escapa al grupo, pero que existe fuera de él.
La experiencia de vivir un grupo ánima constantemente a descubrir otros grupos, y nos muestra la riqueza social que no debemos jamás ignorar, con sus errores y aciertos.
Indispensable para la madurez de cual quier persona, y el desarrollo de una vida sana.