El orgullo hay que tragarselo, cuando es necesario, hay infinidad de ocasiones en la vida, donde el orgullo, está demás, pues no nos deja progresar.
El orgullo ha de ser una motivación para crear y jamás para destruir. El orgullo, ha de esconderse, para dar paso a la humildad, cuando las circustancias, y el momento lo requieren.
Seamos justos, y nunca comportarnos como hipocritas, que olvidamos, que somos polvo, y nada más que polvo, que la vida es tan solo un transito, y que lo verdaderamente importante es hacer el bien a los demás.
