sábado, 1 de octubre de 2011

Rehabilitación

Cuando hablamos de rehabilitación, son muchos los factores y las personas que intervienen en esta acción,  la complejidad que encierra este proceso, hace que no se pueda explicar, en dos  palabras.
 Para poder rehabilitar a una persona, primero esta tiene que tener la voluntad de hacerlo, y quienes le van ayudar, tener la confianza plena  de que lo van a conseguir. La voluntad por todas las partes es lo más importante, y no tanto los recursos con los que contemos. La rehabilitación puede ser parcial, o total, todo depende del daño producido tanto emocional, como psíquico, estado  a  nivel biológico, y de formación por parte del cliente. El entorno donde desarrolla su vida diaria, familia, amigos, conocidos, todos influirán de alguna manera al progreso, o retroceso del tratamiento. La complejidad es tal que a veces puede parecer imposible, conseguir las metas deseadas, pero teniendo en cuenta que es la motivación del cliente lo que hay que incentivar, nos ayudara bastante en el proceso. Para saber motivar al cliente, primero hemos de conocer a este mínimo, mejor el mismo se conoce. Es un trabajo constante, y de una constante supervisión, con una evaluación continua y diaria de todos los acontecimientos, que envuelven al cliente. Hacer participes  a las personas que rodean a la persona a rehabilitar, de los logros, sera un camino que dará solidez a su continuidad. La Rehabilitación también incluye recaídas, y las recaidas solo nos tienen que indicar, que tenemos que estudiar como se ha producido, y tomar las medidas necesarias para no volver a cometer el mismo error.

Burocracia

La burocracia en trabajo social, es nuestra aliada, y nuestra enemiga. Es curioso como algo puede ser a la vez la solución, o el problema en cuestión. El tiempo es fundamental para solucionar cualquier problema, pero si hay algo que lo impide, el problema crece, y termina desapareciendo  el problema, y el que lo genera, pues lamentablemente han desaparecido los dos. Que desaparezca el problema es buena noticia, pero que muera la persona, eso no beneficia a nadie. Las prioridades son siempre las atendidas antes, pero como saber en realidad cual es la prioridad, en realidad no es nada fácil, se necesita la profesionalidad de todos lo que intervienen en la acción social. Aquí no bale esperar, y la rapidez en la actuación puede salvar vidas. Aunque siempre se acuda a la teoría, que hay a quien no se pude salvar.