Identidad
Nuestra identidad es básica cuando somos jóvenes, y con el paso del tiempo nuestras vidas cambian y cambia nuestra identidad.
No lo básico sino todo aquello que se acopla a lo que sentimos, deseamos, y nos molesta o hace daño.
Aquí aparece nuestra verdadera identidad. Forjamos un mundo a nuestro gusto, y nos adaptamos a el soñando en paraísos que quizás no existan nunca.
Nos dedicamos a copiar vidas, algunos se quedan en la copia y otros crean su propia identidad.
Lo importante de todo es amar la identidad que elegimos, o tener presente que cuando cambiemos de identidad cambiará nuestra vida, por ello la identidad tendrá que ser fuerte para toda nuestra vida, y con ella jugar con las cartas que el destino nos tiene preparadas, hay quien las tiene tan buenas que la identidad no será impedimento para cambiar las veces que quiera.
Luego están los que las tienen bastante malas, y sus vidas pueden ser todo un sufrimiento, donde las superaciones serán triunfos, y los fracasos condenas.
Son vidas diferentes pero el sufrimiento o el gozo es mayor cuando la identidad es fuerte.
Toda identidad fuerte lleva unida la felicidad de la persona.
Cuando una persona ama su identidad, podemos decir que a conquistado una vida feliz.
Identidad es amarse constantemente, y no tener angustia porque existan personas que jamás puedan aceptarte tal y cual eres en todos los ámbitos de tu vida.
Identidad y vida están totalmente unidas.
