Incertidumbre, quien crea incertidumbre, es siempre para ganar tiempo, para enredar la realidad, para desanimar al más débil, irritar al fuerte, y despistar aquel de quien se quiere zafar. La incertidumbre no es buena ni para los niños, ni para los adultos. Para un niño puede ser mortal, para un adulto sin principios el caos, la desesperación, y el camino fácil, que nunca es el más honesto. Quien siembra incertidumbre, pasa como dice el dicho popular" quien siembra viento recoge tempestades". Lo incierto nos ciega la vista, nos atrapa en la desilusión, y nos hunde en pensamientos negativos. Todos necesitamos saber a que atenernos, en nuestro futuro más próximo, es necesario, y nos da seguridad. Aprender a vivir en la incertidumbre, apasiona a algunas personas, y les produce adrenalina, suelen ser siempre personas enfermas, que carecen en especial de afecto y comprensión. Saber controlar la incertidumbre es un valor del ser humano que lo consigue. Imágenes vía web.
