Nunca estamos preparados para perder, pero hay que aprender a perder, y mientras lo conseguimos perdemos tiempo.
La perdida, tiene que durar su duelo, lo necesario, para volver a salir a delante.
Luego despues de meditar, y coger fuerzas, debemos dar el primer paso, y despues vendran todos los demás.
No hay que culpar a nadie, ni a ti mismo, nadie tiene la culpa de una perdida, sea cual sea. Porque no tenemos el poder absoluto de nuestro destino.
Pero tenemos que dar por hecho, de que debemos reconocer nuestros errores, e intentar no volver a cometerlos.
La paciencia, y la constancia son las mejores aliadas.