jueves, 1 de septiembre de 2011

LA PANACEA

La panacea en Trabajo Social no existe. Como en toda profesión hay veces que los problemas se arreglan solos sin saber de que forma a ocurrido. Cuando esto sucede el que se dedica a arreglarlos está demás, depronto pensamos que en realidad no necesitamos ayuda de  nadie para solucionar nuestros problemas.
 Otros piensan que nadie puede solucionar sus problemas, no creen que alguien pueda intervenir en sus vidas y mejorar su situación.
 Mientras algunos que buscan de donde arañar, un poco para casa, ya que su situación es bastante carencial, se acomoda a la ayuda, y no trata tampoco en desarrollar más su potencial, para mejorar su situación.
 Depende de el Trabajador Social intentar cambiar las conductas, pero no se tiene la barita mágica, por lo que no se tiene nunca que desfallecer. Si el problema ya no es la sociedad, sino el propio individuo, la intervención es mucho más complicada. Y ante la falta de soluciones, se termina siempre parcheando.
 Estamos viviendo una crisis, y todo está cambiando, no hay para todos, y el saber repartir lo necesario, para cada uno, es una labor muy complicada.
 El bienestar social para algunos dicen que no es necesario, pero si este desaparece, dejando que la sociedad se regule a su suerte, se produciran grandes problemas de seguridad, y mucha gente morirá de hambre.
 Si un mundo de bienestar  no es posible, es necesario que los servicios sociales funcionen, las necesidades primarias tendran que ser cubiertas, para que no nos comamos los unos a los otros, y la formación y la educación han de jugar un papel  primordial, para dar a la persona aquello con lo que en realidad se enriquece. No hay nada mejor que tener la tripa llena, amar el deporte, y leer un libro, para que una persona se sienta totalmente plena.  Y es la familia,  la que ha de inculcar los valores que están totalmente perdidos, pero la familia está en declive, necesitamos educadores sociales, no paseantes sociales. Formación, formación y formación. Imagenes via web.