Todos crecemos con el miedo al escandalo, y cuando crecemos envidiamos a quien dan los escándalos, pues nos gustaría ser participes de el aunque escandalice, ya que lo que envidiamos, es el dinero, el amor, la fama, y la suerte que otros tienen.
No hay escandalo si no hay envidia, existe escandalo por que la envidia es algo instintivo de todas las personas de cualquier índole, credo o ideología.
Si el escándalo, no se produce, no nos escandalizamos por nada, simplemente hemos dejado de envidiar, y aunque no comprendemos, lo que vemos, intentamos tolerar, para no juzgar anticipadamente antes de ver el desenlace final.