miércoles, 3 de octubre de 2012

Trabajo Social y poder

El trabajo social tiene tal poder que es ensombrecido siempre a causa de la política. El trabajo social necesita del capital para funcionar, y la política es el capital que mueve y controla la población.
El trabajo social a de comulgar con la política, para conseguir recursos, y esto mata al trabajo social.
Son las ONG la gran esperanza para poder hacer trabajo social. Pero estas han de ser tan limpias, e impolutas que nada pueda hacerlas sombra, de esta manera el poder del trabajo social es imparable, no dejarse nunca llevar por la politica es el mayor logro de cualquier trabajador social. Si un trabajador social se identifica y lucha por un modelo político esta dejando de ser un Trabajador Social, y se convierte en un puro y autentico político, hacer politica no es hacer trabajo social. El que no entienda esto es imposible que haga ninguna acción a favor del trabajo social. Sino sabemos separar la politica del trabajo social, no hemos entendido lo que es exactamente el Trabajo Social.

El Trabajo Social hay que defenderlo ante todo, porque no se puede confundir con los servicios sociales, instrumento durante años de la politica de todos los países.

El Trabajo Social es un agente social, con el que tienen que contar todas las políticas, y no como un servicio residual, para parchear  situaciones de necesidad.

Todos somos necesarios pero no somos imprescindibles, y nadie es mejor que otro por estatus social o económico, sino por lo que vale la persona como formación y experiencia.

Desproporción

Intentamos que la proporción adecuada, sea la adecuada, en el lugar y el momento. Cuando se produce una anomalía natural, hay que ponerse manos a la obra, y lograr que todo vuelva a la naturalidad. Son los desastres naturales los que dejan una gran conmoción y mucho trabajo por hace. Después de la frustración, la desesperación, las perdidas, y el dolor, hay que empezar de nuevo, resignarse, y pensar que la vida sigue, y que volver a empezar es duro, pero más duro sería el no entender que se puede lograr, y que todo es posible, menos cuando hemos perdido ya la vida.
Las desproporciones, nos hacen ver con claridad, de lo que, realmente merece la pena.