Intentamos que la proporción adecuada, sea la adecuada, en el lugar y el momento. Cuando se produce una anomalía natural, hay que ponerse manos a la obra, y lograr que todo vuelva a la naturalidad. Son los desastres naturales los que dejan una gran conmoción y mucho trabajo por hace. Después de la frustración, la desesperación, las perdidas, y el dolor, hay que empezar de nuevo, resignarse, y pensar que la vida sigue, y que volver a empezar es duro, pero más duro sería el no entender que se puede lograr, y que todo es posible, menos cuando hemos perdido ya la vida.
Las desproporciones, nos hacen ver con claridad, de lo que, realmente merece la pena.
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