El Trabajador Social que se tiene como tal, siempre lucha con lo actualmente establecido, que quita derechos a las personas para poder ser libres.
Es un luchador de causas perdidas, pero en su afán por luchar por los derechos y libertades de las personas, olvida a veces que estas personas tambien tienen obligaciones, y que todo no son derechos.
Hacemos un flaco favor a la sociedad, si no hacemos ver a las personas, que tienen derechos pero también tienen obligaciones. Y son esas obligaciones y solo eso lo que dará lugar a conseguir sus derechos, aunque el camino este lleno de trampas, y no se vea la luz al final del túnel.
Cuando luchemos por unos derechos que creemos son los necesarios para poder ser libres, es necesario que tengamos muy claro cuales son las obligaciones, pues en este mundo nada hay gratis. Todo cuanto tenemos nos lo tenemos que ganar, si esto no es así, solo estaremos cebando al cerdo, que llevaremos después al matadero.
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