Si la envidia fuese tiña, no podríamos ver.
Pero no hace falta que lo sea, quien envidia ciego es.
Mira cuando actúas, si por envidia es, y si lo ves, no dudes en pensar que ciegamente actuas, y un buen trompazo te darás.
No envidiemos a nadie, a ningún lado nos llevara, y tendremos que dar mil vueltas, para llegar al mismo punto de partida por no querer mirar.
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