Palabras como caridad, solidaridad, desmerecen el termino de Justicia Social.
Las personas no se merecen el alimento, la formación, y la atención sanitaria, por solidaridad ni por caridad, sino por Justicia Social. Ser amable con tus semejantes, no quiere decir que seas justo con ellos.
Los recursos tienen que ser distribuidos por justicia, y no por lastima, complicidad, o intereses.
La caridad y la solidaridad entran en conflicto con la Justicia Social.
No se puede ser justo si das algo a alguien que no lo necesita, o necesita algo que no es lo que precisamente le quieres dar para ayudarle.
La ayuda a de ser repartida en su justa medida, y jamás hay que ayudar al que no lo necesita.
No tenemos que ser solidarios, ni caritativos, hemos de ser lo más justos posible.
Quien da su tiempo desinteresadamente, si es analizado en profundidad, llegaremos siempre a que algún interés se esconde siempre en un gesto desinteresado. Hasta dentro de una familia, hay intereses, desde dar amor a cambio de estabilidad. Dejemonos de mundos mágicos y de cuentos, donde nada es real, y todo es un sin fin de acontecimientos que dan lugar a situaciones idílicas que no existen en la realidad.
Solo lo que es justo es real, todo lo demás es una ilusión de nuestro estado emocional.
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