miércoles, 7 de marzo de 2012

Prestaciónes de desempleo

Cuando se cobra una prestación de desempleo, es la mayor humillación que puede recibir un trabajador. Te pagan una ayuda para poder seguir viviendo, y te tachan de vago los que están trabajando. Es necesario que aquel que está cobrando esta ayuda, se sienta útil para la sociedad, y no como algo sobrante que ya no tiene valor para la sociedad, y es tan solo un peón donde poner aquí  o en otro lado, cuando hay que tapar un hueco. Hacerle sentir persona, tener un seguimiento del mismo y ayudarle a encontrar su salida de la marginación. Caer en el desempleo  para muchos supone una enfermedad y para otros hasta la muerte.  Se frivoliza con cifras de paro, como si se tratara de un número. Hay que sellar la prestación de desempleo siempre, aunque la prestación  finalice. Es tal horror el que tienen  algunas personas, el pertenecer a esta parte amarga de la vida, más las pocas esperanzas en la ayuda que se le pueda aportar en esta institución, que no ven necesario seguir sellando, y siguen buscando pero sin contar con la misma, pero en realidad por no hacer uso de este requerimiento burocrático, dejan de existir como desempleados para  todo el mundo.

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