La participación ciudadana, es en parte una cultura, sino se forma en estos valores, es imposible que aparezca esta figura y que tenga cierto valor. Hay que formar a las personas, para que aprendan a participar de la vida en sociedad, pero el individualismo de la mayoría de las culturas, hacen que esta participación, aparezca en parte controlada y manipulada por poderes públicos. Los movimientos no suelen nacer de los propios ciudadanos, ya que los lideres son inesistentes, o no son creados por la mismas entidades publicas, que deberían ocuparse de los mismos. La participación ciudadana de debe partir de intereses particulares, sino de intereses comunes a la comunidad, que pocas veces son en realidad las satisfechas en cubrir sus intereses. Moverse en grupo para algunos, limita su libertad, por lo que el individuo, en su origen no tiende a formar grupos que puedan intervenir un su libertad de acción. Pero esto termina limitando a la persona, ya que somos ante todo seres sociales, que necesitamos de la interrelación con los demás. Siempre seremos más ricos si compartimos nuestro tiempo con los demás, aunque perdamos ese tiempo que creemos de nuestra propiedad.
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