martes, 16 de agosto de 2011
La solución a los problemas no es siempre material.
La solución a los problemas y necesidades, depende de la actitud y la aptitud del cliente y también del profesional. Tanto las actitudes nocivas, como una mal aptitud, pueden dar lugar a un fracaso en cualquier tipo de intervención dentro del Trabajo Social. Son cosas que se dan por hecho, pero no siempre se tienen en cuenta, ya que son infinidad los factores que siempre juegan en contra a la hora de solucionar, un conflicto, sea de la índole que sea. Cuando pensamos en la solución no es lo mismo que ponerla en práctica. En una entrevista es tal la cantidad de información que nos puede ser útil, que es necesario por parte del Trabajador social estar bien entrenado. Las prácticas por eso han de ser largas para poder observar como el profesional maneja las situaciones de riesgo, y tanto el que aprende como el que trabaja, han de aprender el uno del otro, a veces no vemos en que nos estamos equivocando. El Trabajador Social tiende a trabajar solo en la mayoría de las veces, y cuenta con pocas opiniones que puedan ayudar a la solución del caso. El secreto profesional limita mucho este tema en cuestión, ¿que se puede comentar y que no?. Y al final la intervención termina siendo un acto totalmente burocrático.
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